Es innegable que dichas operaciones involucran niveles altos de riesgo asociados a LAFT, lo que obliga a que los oficiales de cumplimiento definan políticas y procesos orientados a blindar la prestación del servicio en dichas condiciones, en acuerdo y armonía con el área comercial con el fin de posibilitar y viabilizar la capitalización de esta enorme oportunidad sin exponer las instituciones a riesgos innecesarios.